“El Airbnb de las terrazas”, como se los suele denominar, es una start up con sede en Barcelona que arrancó del programa de inversión de Juan Roig (Mercadona) llamado Lanzadera. Según la web de este vivero de start ups, HolaPlace (antes Atiko), está en fase de aceleración.
Su concepto, es tan innovador como simple: alquiler de terrazas y jardines privados para celebraciones de familias o amigos. Con capacidad hasta más de 100 personas en algunos casos, existen centenares de terrazas y espacios disponibles en Madrid, Barcelona y Valencia (y sus provincias), que es donde de momento opera la start up.
No parece existir una competencia directa, ni a nivel nacional, ni internacional. Rastreando online, en Reino Unido se encuentra HireSpace, aunque es sólo remotamente comparable. Por eso la consideración de que probablemente hayan dado los fundadores con un “pequeño océano azul”, pues han encontrado un pequeño nicho de mercado. En este caso, el concepto es un híbrido entre el alquiler tradicional de espacios para eventos (incluso algunos de sus terrazas pueden albergar bodas) y la mal llamada economía colaborativa (el casero saca provecho a un espacio infrautilizado, como originalmente ofertaba Airbnb).
Probablemente en webs tipo Milanuncios existan ofertas individuales similares, como ocurre con el alquiler de apartamentos. Lo que consigue HolaPlace es simplificar la búsqueda a quien busca ese espacio, y mayor visibilidad a quien la aloja. Exactamente igual que -de nuevo, y de ahí las comparaciones- Airbnb. En el caso de la HolaPlace, la innovación es el buscar esa diferenciación a través de su oferta (terrazas y jardines privados).
Recientemente han aparecido en prensa (Preferente y El Confidencial) como caso de éxito de empresa/idea frente a al actual situación post-confinamiento.
Al igual que en su momento con Airbnb, surgen ciertas dudas:
-¿Declaran los caseros o propietarios los ingresos por este concepto? Probablemente, como pasó con Airbnb, la tecnología ha ido más rápido que la normativa, y probablemente no existan leyes específicas al respecto.
En la actualidad, muchos de los pisos ofertados en Airbnb muestran claramente su registro regional de alta como apartamento turístico. En el caso de HolaPlace, esto no es así.
-La web ofrece una gran variedad de opciones gastronómicas para que quienes reserven tengan la facilidad de encontrar la comida y bebida en destino. Lo que no aclara la web es quién sirve esa comida, ni la empresa de cocina o catering que la prepara.
Mientras la empresa se prepara para dar el salto internacional, el tiempo dirá si la empresa es un éxito (aún está muy lejos de ser rentable) o queda como un concepto nicho que no pueda ser replicable.
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