Han pasado sólo dos meses desde la publicación de este otro artículo en el que repasaba la situación, a finales de Junio, de la industria turística en el Reino Unido. Tanto a nivel local como en su relación (tan importante para ambos mercados) con España.
Solamente dos meses, como decía, en los que ha habido muchos cambios. Lamentablemente, parece que ninguno de ellos para bien:
Quiebra de empresas del sector: La última de la lista de empresas del sector en caer ha sido STA Travel hace solo unas fechas, cerrando sus 52 oficinas de viajes.
Anteriormente diversas empresas de transporte, hoteles, y hostelería, hasta un total de 326, ya habían quebrado. Estadísticamente, sin embargo, el número de empresas que se declararon insolventes en el segundo trimestre de 2020 es la mitad que las del mismo periodo en 2019. Esta paradoja se debe a las ayudas estatales que han creado lo que viene a llamar “empresas zombie”, que permanecerán operando mientras duren las ayudas, y liquidarán cuando estas acaben, hacia final de año.
Mientras tanto, otras compañías más grandes, como Jet2, Ryanair o Tui, intentan adaptar su oferta a la cambiante política en cuanto a la restricción de viajes por parte del Gobierno. Nuevos países se van añadiendo a diario a la lista de naciones que requieren a los británicos guardar dos semanas de cuarentena a su retorno. Esto hace que muchos no se planteen viajar a un destino extranjero, a sabiendas de que tal vez, una vez allí, el Gobierno cambie de criterio. Si se da el caso, han de decidir entre tener que volver apresuradamente, o tener que guardar una cuarentena que no se pueden permitir (las empresas no consideran baja médica la cuarentena en este caso).
Mucho se ha hablado también de las staycations (vacaciones en el país, sin salir al extranjero). Dejando de lado si la motivación ha sido política o puramente económica (o una mezcla de ambas), está claro que éstas no han sido suficientes para frenar la sangría laboral. En las zonas donde el turismo tiene mayor peso (Cornualles, Skye o York), las solicitudes de ayudas sociales al desempleo se han duplicado con respecto al 2019. Y es que el cliente británico no sólo viaja menos porque no puede ir al extranjero. O por lo complicado de planear un viaje dadas las cambiantes restricciones comentadas. Es un tema de miedo también, descenso en la confianza por parte de la demanda, lo que repercute en menos salidas de ocio.
Esto, pese a las ayudas como el “Eat Out to Help Out” y el descuento en el IVA para el sector.
La primera medida, que se puede traducir como “come fuera para ayudar”, ofrece un descuento directo de £10 en el ticket si se come en un restaurante, y es efectiva algunos días entre semana sólo en Agosto. Se calcula que puede costar al Estado £350mill.
Aún es pronto para evaluar el impacto de la otra medida, que consiste en la reducción del IVA del 20% al 5% durante 6 meses (mediados Julio 20 a mediados de Enero 21) para el sector del turismo y ocio (incluidos espectáculos).
Y es que gran cantidad de los ingresos turísticos del país los generan los visitantes extranjeros. Por un lado, los asistentes a congresos, eventos y espectáculos. Y por otro lado, los millones de turistas que visitan el país provenientes de Oriente Medio, China, Europa continental y USA. Las restricciones actuales implican unas ocupaciones que no justifican siquiera la reapertura de puertas de muchos hoteles.
Si bien por ley podían abrir desde el primer fin de semana de Julio, hay muchos, sobre todo en Londres, que aún no se deciden a abrir, porque sus forecast les dicen que no alcanzarán el punto de equilibrio, siendo optimistas, hasta bien entrado el 2021. Y es que los hoteles que están abiertos ahora en Londres apenas alcanzan el 10-15% de ocupación media, con unas tarifas en torno al 30% más bajas que el verano pasado.
Desempleo: El desempleo en el Reino Unido se espera que alcance en torno al 8% a final de año, cifras similares a las que se alcanzaron al final de la anterior crisis financiera, allá por el 2012. La actual situación afecta sobre todo al sector turístico, pero también al sector retail, como decenas de tiendas y cadenas de moda reduciendo plantilla y cerrando tiendas. Como muestra, los 7,000 empleos perdidos en el caso de Marks & Spencer, o los 4,000 en el caso de las farmacias Boots en las últimas semanas.
Una de las medidas que está evitando el incremento del desempleo son, como comentaba, las ayudas estatales. A mediados de Agosto aún había en el país 9.6 millones de trabajadores en lo que vendría a ser un ERTE (furlough por su definición en inglés). En los próximos dos meses, estas ayudas se irán reduciendo, hasta acabarse a final de Octubre sin no hay novedades desde el Gobierno.
Tanto los demás partidos políticos como los estamentos empresariales urgen al Ejecutivo de Boris Johnson para que extienda este plan más allá, al menos hasta final del primer trimestre de 2021, si no más (véase el caso alemán, con los ERTEs alargados hasta final de 2021).
De no ser extendidas este tipo de ayudas, se plantea un final de año apocalíptico en lo laboral.
El resumen de la actualidad del sector en el país es que, si bien el turismo local ha aumentado debido a las restricciones masivas en cuanto a viajar al extranjero, esto es sólo un pequeño parche, y la situación es muy delicada. Hay millones de puestos de trabajo en el aire (se habla de hasta 3 millones sólo en el sector hostelería) y el pronóstico es de incertidumbre absoluta.
Está claro que hay más que nos une de lo que nos separa.
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